lunes, 21 de junio de 2010

Joaquín Cruz Solís: «Un daño sin mucha importancia»



Los daños causados ayer por el demente que atacó la imagen del Señor del Gran Poder no revisten, a priori, demasiada importancia, según aseguró anoche a ABC de Sevilla Joaquín Cruz Solís, uno de los «médicos del Señor» junto a su hermano Raimundo y a su cuñada Isabel Pozas Villacañas. Joaquín Cruz Solís conoció la noticia a través de este periódico y aseguró que, a tenor de lo que este redactor le transmitía, la fracura sufrida en el brazo del Señor es algo de escasa importancia, ya que aparentemente se trataría de la simple rotura de la espiga que une la articulación del brazo derecho con el candelero.


El Gran Poder está dotado de articulaciones de las llamadas «de galleta», también conocidas como «de gozne», que los imagineros ya prácticamente no usan por considerarlas frágiles y de fácil desgaste, pese a que han sido las tradicionalmente usadas por los imagineros desde el siglo XVII.


«No es raro que la espiga se haya partido —comentaba anoche Joaquín Cruz Solis—, dado que el brazo actúa de palanca y haciendo una presión no muy grande puede romperse la madera con facilidad.


Para el especialista, que tiene a sus espaldas las dos últimas y grandes restauraciones del Gran Poder, tras la polémica de Francisco Peláez del Espino, la reparación es simple y rápida. Otra cosa es que se mantenga el mismo sistema a partir de ahora, pues no sería descartable que se sustituyeran las articulaciones por otras «de bola», aunque éste sistema no es del agrado de los Cruz Solís.


Pese a que anoche se daba por seguro que los restauradores ya estaban prevenidos para viajar hasta Sevilla, lo cierto es que a las once de la noche la hermandad aún no se habia puesto en contacto con ellos.

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